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Este blog es Team Suiza!!!!

lunes, 20 de abril de 2015

Round 3


ROUND 3

 

Entrada la tarde hable con Rubén, se encontraba realmente molesto por la forma en la que Max y Gio no le permitieron hablar conmigo, y más enojado se encontraba por que yo se los hubiese permitido… si claro como si yo me hubiera podido enfrentar a ellos. Lo tranquilice y prometí andar con cuidado, Max había insistido llamando pero como la cobarde que soy apague el celular, sabía que entre los dos había química yo misma la sentía, una simple mirada de él y me erizaba la piel, pero él no era la clase de chico de la que una se pudiera enamorar y salir con el corazón totalmente ileso, lo sabía, tendría que alejarme de él, antes de caer realmente enamorada, la advertencia de Gio aún rondaba mi cabeza y mi decisión estaba tomada, no más peleas, no más boxeadores. FIN.


…..

…….

……….

Esa semana fue realmente deprimente, primero por que mi cabeza se encontraba hecha un lío, sabía que era una cobarde por no luchar, por no darle una oportunidad a Max, por dejar que eso me separara de mis nuevos amigos, personas realmente agradables, regañándome a mi misma llamándome cobarde, y prejuiciosa simplemente iría con la corriente, era arriesgado pero ya había tomado la decisión. No me llevo más de 2 días decidirme y segundo debido a que yo era una interna de medicina (en receso, debido a  una apendicitis de emergencia la cual me impidió entrar en mi año de interna, en un hospital al interior del país) tenía que arreglar todos los trámites administrativos para entrar a mi internado a principios del siguiente año, ir a la universidad, ir al hospital, ir a la secretaría de salud me tomo el resto de la semana por lo que no pude regresar al gimnasio el resto de ella, envíe un mensaje a Max alrededor del miércoles diciendo que no lo vería esta semana, no hubo respuesta a eso, él había dejado de marcar el día martes, el día en que había tomado mi decisión, sabía que estaría molesto pero ya lidiaría con él en cuanto pudiera ir al gimnasio. El fin de semana paso eterno, y por fin llego el lunes, me aliste para ir al gimnasio, en cuanto entre.

 

--Jodidas gracias por venir a vernos – dijo Gio

--Si… bueno tuve cosas que hacer.

--¡¡¡Gatita!!! –canturreo Oscar llegando a mi lado y alzándome en un abrazo

--Jajaja yo también te extrañe Oscar

--¿Por qué no habías venido?

--Cosas de la escuela, trámites que hacer

--¿Toda la semana gatita?

--Sep –conteste evitando decir el otro motivo

 

Después de otros cinco minutos de plática, sentí un escalofrió erizar los pelos de mi nuca, había extrañado enormemente su presencia, podía sentirlo alrededor, voltee a buscarlo y lo encontré… por fin después de una semana volví a perderme en esos hermosos ojos azules, le sonreí tontamente, pero él solo me observaba frio y distante, lo entendía, yo tenía la culpa y asumiría las consecuencias pero primero quería hablar con él, explicarle mis motivos decirle que no era yo cuando estaba cerca de él, me desarmaba completamente, y eso era un sentimiento entraño y atemorizante para mí, me quede prendada a él, hasta que él rompió el contacto y dio media vuelta dirigiéndose mas allá del área de boxeo, era ajena a la presencia de Gio y Oscar.

 

--Ha estado de un humor de perros –soltó Gio observando en la dirección en que Max se fue

--Yo lo siento…-- comencé a decir cuando Oscar me interrumpió

--Venga gatita, haz tu rutina, ya perdiste una semana

--De acuerdo –dije y gire rumbo a la escaladora de la esquina.

 

Debía comprenderlo necesitaba tiempo, esperaba poder aclarar las cosas con él, acabando mi rutina y armándome de todo el valor que poseía decidí arriesgarme y buscarlo, me dirigí al área de boxeo y me iba a adentrar al pasillo que llevaba rumbo a los vestidores cuando Adrián se topo conmigo.

 

--Él no esta, ya se fue

--¡Oh!

--De todos modos, ¿para que quieres verlo? Dejaste muy clara tu postura con respecto a él

--Yo solo ocupo hablar con él, explicarle

--¿Qué?

--Eso no es de tu incumbencia

--Lo es, todo en relación a él lo es, Max es mi hermano, y en este momento tú no eres de ayuda para él… solo aléjate

--No puedo yo…

--Dije aléjate –diciendo eso siguió su camino, dejándome totalmente sin palabras.

 

Por el momento me iría, pero no descansaría hasta hablar con él, si todo acabo antes de darle una oportunidad, me pondría mis bragas de niña grande y asumiría mi culpa, pero no sin antes explicarle, era lo mínimo que le debía a Max. Girando emprendí la salida del gimnasio despidiéndome de mis amigos. A pesar de saber que Max se encontraba toda la semana entrenando en el gimnasio, decidí seguir yendo solo los días de mi rutina, le daría tiempo a que  enfriara ese carácter suyo, así que el miércoles con nueva actitud fui al gimnasio y sucedió exactamente lo mismo que el lunes, en cuanto Max se percataba de mi llegada (por un Oscar un tanto indiscreto) emprendía la huída, trataba de buscarlo pero siempre me era negado el acceso por un Adrián molesto, tiempo…tiempo…me repetía siempre, pasando dos semanas desde que regrese al gimnasio decidí darme por vencida, evidentemente Max no quería tener nada que ver conmigo, así que cese todo intento de acercármele, ya no iba a buscarlo, hacia mi rutina, charlaba con Gio y Oscar y regresaba a mi casa, a Adrián nunca más lo incomode era evidente que yo no era una de sus personas favoritas, quien sí lo era, era Nadia ellos seguían saliendo, y mi amiga estaba muy contenta con él, por lo que nunca le comente nada acerca de cómo su “novio” frustraba mis intentos de acercarme a Max, así que si me rendía Nadia y Adrián podrían continuar su relación sin que nada se entrometiera, sabia por Nadia que esta noche de viernes pelearían Max y Adrián, sin embargo Oscar seria confrontado hasta la próxima semana, Oscar me invito a la pelea así como Nadia pero decline su invitación (los viernes de pelea el gimnasio cerraba temprano) me vi forzada a ir al gimnasio antes de lo habitual, sabia por Gio que ese día ninguno de los boxeadores se entrenaba en el gimnasio, por lo que al entrar estaba completamente vacío, así que despreocupadamente me coloque en la cinta caminadora escuchando mi ipod, sin percatarme que tenia compañía, hasta que una gentil mano toco mi hombro, al voltear pude ver a un chico que nunca había visto.

 

--¡Hola! Soy Aarón –me sonrió mostrando una dentadura perfecta, era unos centímetros más alto que yo, pelo castaño medio y unos ojos cafés los que realzaba con unas pestañas negras, espesas y kilométricas

--Hola soy Mar –me presente, el ahora conocido como Aarón señalo mi ipod

--¿Escuchando a súper junior?

--¡Oh!—exclame sorprendida nadie conocía el género de kpop de mis amigos y aquí estaba un completo desconocido diciéndome eso

--Lo sé, lo sé soy genial –dijo Aarón y lo supe lo supe en ese momento era gay.

--Jajajajaja cierto si eres ELF eres genial –reí encantada con él.

 

En ese momento lo sentí después de estas semanas aún seguía presente este maldito sentido que me decía que Max estaba ahí, y él sabía que podía sentirlo, sentí sus ojos perforándome pero me mantuve serena y decida a ignóralo.

 

--¿Quién es tu bias chica?

--Realmente amo a Lee Sungmin –dije en tono amoroso

--El es realmente dulce

--Lo sé, lo sé es todo un caballero ¿y el tuyo Aarón? –era la pregunta del millón, aquí corroboraría si era o no gay

--Es Kangin, todo un hombre –nos quedamos viendo Aarón midiendo mi reacción y por último estallamos en carcajadas

--Jajajajajajajaja –mi risa murió, viendo como Max se subía enfrente de mi caminadora, lo mire por un segundo y él no me quito el ojo de encima, se veía realmente molesto tanto que los músculos de su mandíbula se marcaban en total claridad, no me percate que Aarón me había hablado, devolviéndole una mirada molesta a Max, despegue los ojos de él y centre mi atención en mi nuevo amigo.

 

--¿Perdón? No te escuche Aarón

--Descuida, te decía si podemos compartir un audífono para oír la música, prometo no estorbarte en tu rutina e incluso iré a la  misma velocidad que tu –me sonrió y no tuve más remedio que sonreírle y aceptar la petición, ambos pausamos las maquinas y nos encontramos en los extremos de las mismas, después de comprobar si los audífonos eran lo suficientemente largos para ambos, Aarón acerco mas su caminadora a la mía, cada uno se puso un audífono nos sonreímos emocionados y pusimos la música para continuar, por un momento llegue a olvidar a Max, pero mi 6to sentido me decía que él seguía donde lo había visto por última vez, y una mirada me confirmaba ese hecho, siempre observándome, el estomago se me revolvió, y era suficiente, no quería torturarme más, apague mi maquina y me despedí de Aarón, sorpresivamente me abrazo y me dio dos besos en la mejilla, le sonreí y me despedí con la mano emprendiendo el camino hacia la salida, una vez afuera llevaba cerca de 20 pasos cuando un brazo me impidió seguir avanzando, era Max.

 

--¿Qué carajos hacías con ese tipo?

--¡Suéltame! –su respuesta fue llevarme hacia la pared

--¿Qué.Estabas.Haciendo.Mar?

--Que te importa Max, deja de jugar

--Mira quién habla de jugar, la señorita hoy no quiero saber nada de ti, y al otro día si –dijo molesto y acercando su rostro cada vez más al mío, trague saliva.

--Te busque, trate de explicarte porque no te respondí Max, no dejes esto solo en mis hombros

--¿Por qué no lo hiciste?

--Ya no importa, de acuerdo Max, solo suéltame, terminemos con esto, sea lo que sea –Max bajo sus labios a los míos y demando una respuesta su beso fue agresivo e inesperado, aún así lo correspondí se sentía tan bien, esa electricidad volvía a fluir dentro de todo mi cuerpo, se alejo demasiado pronto de mi, ambos respirábamos pesadamente.

--¿Por qué?—volvió a repetir.

--Por que yo nunca he sentido algo así Max, eres tan intimidante…

--Nunca te haría daño Mar

--No, no físicamente lo sé, estando a tu lado me aturdo, no soy yo misma, es un sentimiento diferente, no me mal entiendas, no es un sentimiento malo todo lo contrario, solo ocupo entenderlo, te acercas a mí y no pienso… ocupo espacio…

--Jajajaja ¿Ocupas espacio? –pregunto de manera cruel

--Si ocupo procesar…

--Tienes jodidas cantidades de espacio ahora Mar –grito furioso y volvió a entrar al gimnasio

 

Lagrimas desbordaron mis ojos, ocupaba espacio claro, él quería adentrarse en un relación, cuando ni si quiera sabía nada acerca de mi, no sabe ni mi color favorito, ni mi comida favorita, mi día favorito, ocupaba espacio personal, ocupaba que esto fuera en serio, pero dado que todo empezó mal, estaba destinado a terminar de la misma manera, los polos opuestos se atraen de eso no cabe duda pero es momentáneo se necesita más que atracción en una relación, cuando estaba a su lado no era yo misma, primero tenía que aprender a sentirme cómoda con él, ser yo misma, pero llegaba Max y quería que entregara todo a la primera, limpiando mis lagrimas me fui a casa. No quería huir de nuevo, no quería dejar a Oscar y a Gio, así que solo tendría que dejar ir a Max, tendría que optar por tomar un nuevo horario en el gimnasio y minimizar al mínimo mis interacciones con Max, bien podía hacerlo, esa noche me hablo Nadia y me rogo ir con ella a la pelea de Adrián, alegando un dolor de cabeza inexistente la convencí de ir sola y disfrutar con su novio.

 

La próxima semana empecé mi rutina 2 horas antes, como el viernes pasado me encontré con Aarón, hacer ejercicio con él empezó hacer cada vez más divertido, él opto por realizar la misma rutina que la mía, alegando que era sencilla y práctica, descubrí que la madre de Aarón era española por eso el saludaba de ese modo, al terminar él se iba y yo me quedaba a saludar a mis 2 boxeadores y amigos. Incluso me topaba con Max y Adrián pero los tres nos ignorábamos deliberadamente.

 

--¿Quién es ese enano Mar? –pregunto Gio señalando la puerta por donde se había ido Aarón

--¿Es tu nuevo novio? Últimamente estas mucho con él–grito Oscar provocando a nuestras espaldas ruidos de golpes en los sacos de arena, decidida a ignorarlos

--Que malos son, el no es un enano se llama Aarón y es mi amigo –defendí a mi amigo gay, aunque ese detalle no era mío para compartir

--Nos estas cambiando por él gatita

--Jajaja nunca podría

--Demuéstralo gatita

--¿Cómo? –pregunte rodando mis ojos a mi amigo

--Ven a mi pelea esta noche gatita

--No puedo Oscar

--Ves, ya no, nos quieres –dijo mi amigo haciendo un puchero

--De acuerdo

--Perfecto, hoy es en otro gimnasio, ve a cambiarte y de aquí nos vamos juntos ok

--Solo iré a la pelea –advertí a mi amigo

--No es justo gatita

--Oscar, por favor –imploré

--Anda ve a cambiarte Mar, no te preocupes no estarás sola –dijo Gio

--Bien, ya vuelvo –sonreí

 

Fui a casa a ducharme, estaba arreglándome cuando sonó mi teléfono, vi el identificador y vi que se trataba de Rubén

 

--Hola –respondí

--No hagas planes para mañana en la noche y el domingo –dijo Rubén nada más al contestar

--Jajaja ¿Qué pasa?

--Voy a México el fin de semana llego mañana a las 2pm

--¿En serio?

--Siip no sabes que ganas de verte Mar

--Yo también, no lo puedo creer –dije emocionada

--Mar

--¿Sí?

--¿Cómo sigues? –Rubén estaba al tanto de todo

--Bien, de hecho esta noche saldré con Oscar y Gio

--Mar –sanciono Rubén

--No voy a dejar de ver a mis amigo por él Rubén, eso no es justo

--Pero…

--No, en eso no voy a ceder.

--¿Ellos aún son amigos del idiota?

--Si, pero saben que Max y yo somos como el agua y el aceite, ellos nos ven aparte, son muy respetuosos Rubén y realmente los quiero

--Ve con cuidado ok

--No te preocupes y te veo mañana Ahhhh que emoción –grite

--Jajaja si, por fin mañana, descansa, besos

--Cuídate, buen viaje – colgué y enseguida decidí el atuendo a usar, pantalón negro, unas botas de tacón (hoy me sentía de ánimos para usarlas) y un simple suéter verde completaban mi atuendo, busque cartera, bolsa y llaves y regrese a las 8pm al gimnasio justo a tiempo, los chicos iban saliendo y junto a un Adrián sonriente iba mi amiga Nadia, al verme chillo y me abrazo, creo que eso disgusto a Adrián por la mirada que me dio.

 

--Mar, que bueno que hayas venido

--Si, bueno se lo prometí a Oscar de último minuto

--Me alegro, aunque esta noche, no pelea Adrián solo Max – asentí a mi amiga y en ese momento salieron riendo Oscar y Max seguidos de Gio

--Gatita –grito Oscar llegando a mi lado y abrazándome –Viniste

--Lo prometí ¿no?

--Vamos iremos todos juntos

--Creo que mejor yo los alcanzo allá solo dime la dirección

--No seas ridícula, ven – entrelazo nuestras manos y fuimos rumbo al carro, esta vez Max no traía su moto así que éramos 6 no íbamos a caber, sin dar pie a protestar Oscar llego dando ordenes

--Gio conduce, Max, Nadia y Adrián atrás, Gatita tu conmigo –sentí la mirada de Max en las manos entrelazadas de Oscar y las mías y seguir hasta mi rostro, me negué a verlo, y escude mi cuerpo con el de Oscar, todos siguieron las indicaciones de mi amigo, Gio tras el volante y detrás de él se sentó Max, Nadia en medio y Adrián detrás de Oscar.

--Primero me subo yo gatita y te llevo en mis piernas.

--Oscar de verdad no es necesario, me voy aparte en un taxi

--Tonterías –dijo subiendo al auto y jalándome en su regazo.

--Ahora gatita no hagas movimientos bruscos, si no te quieres impresionar

--Jajajajajaja –estallaron en carcajadas Nadia y Gio por lo que solo logre ponerme colorada, al verme así, Oscar tomo mi cabello sujetándolo por detrás de mis orejas, dejándome una visión periférica libre por donde podía ver a Max dispararle dardos a mi amigo, agache mi vista y me quede inmóvil como una estatua, Oscar al notar mi incomodidad frotaba continuamente mi espalda.

 

Al llegar al gimnasio rival Max y Oscar entraron por el área destinada a los boxeadores, y el resto de nosotros como espectadores, ya instalados en nuestros lugares, Gio tomo posición debajo del ring en la esquina correspondiente a Oscar y a Max

 

--¿Y bien? ¿Qué ha pasado en este tiempo mar? –pregunto Nadia aligerando el tenso ambiente

--Nada Nan (apodo de mi amiga) la verdad es que ya entregue papeles para mi residencia, espero irme el próximo año a Quintana Roo

--Vaya, se que lo lograras Mar, ya estarías por allá de no haber sido por tu cirugía

--Lo sé, realmente no puedo creer que perdí mi plaza en el hospital por el que tanto luche, en fin todo pasa por algo y si no fue antes es por algo –sonreí a mi amiga y note a Adrián ladeando la cabeza pensativo.

--Deberíamos salir Mar, solo las chicas, ir de compras y por unos shots ¿Qué te parece mañana?

--No puedo, ya tengo un compromiso

--¿con Oscar? Los note muy juntos en el auto

--No, no es eso Nan, Rubén llega mañana por el fin de semana –anuncie emocionada a Nadia

--¿Qué? Me vas a cambiar por ese aburrido

--Nadia –sancione a mi amiga, sabía que Rubén y ella no se llevaban bien pero al menos Rubén nunca se expresa de ella de esa manera.

--De acuerdo diviértete con él –molesta le pregunto algo a Adrian y decidí que había sido una mala idea venir a la pelea. Por fortuna la pelea no demoro mucho, Oscar fue primero, tenía un sequito de fans muy locas, gritando piropos que mi amigo recibía de muy buena gana, su lucha fue pareja pero a diferencia de la vez pasada mi amigo no sangro aunque recibió un golpe en el ojo que seguramente dejaría un hematoma en unas cuantas horas, Oscar venció en el 4to round, bajo sonriendo arrogante y tirando besos a sus fans, la pelea de Max… sucedió lo mismo que la primera vez que lo vi pelear, se dirigió al centro del ring, espero a su oponente, me dirigió una mirada molesta y le propino un golpe en la mandíbula a su contrincante quien cayó sobre su trasero y el referí decidió que no podía continuar la lucha. Gio nos dirigió a los vestidores, y sentí un deja vu, solo que esta vez Oscar se encontraba totalmente vestido y con el ceño fruncido, cosa rara en él, al verme me tomó de la mano y me saco de la habitación rumbo a la salida.

 

--¿Qué pasa? –por fin pregunte cuando llegamos al coche

--Nada gatita, mucha gente, poco espacio es sofocante –por fin me dio una sonrisa mi amigo.

--Felicidades Oscar –lo abrace

--Gracias gatita ¿nos vamos?

--Oscar, quédate con los chicos, ve y festeja tu victoria –sonreí para demostrarle que estaba bien

--No, yo vine contigo gatita

--No importa yo…

--Ya se, por que no vamos a casa, vemos una película y cenamos pizza –sugirió Oscar

--Oscar, de verdad que no es necesario…

--Vamos gatita –me jalo del brazo y arrastro rumbo a un taxi que iba pasando, dentro de este mando un mensaje por su celular, no supe a quien y no pregunte mi amigo siempre alegre se encontraba en una actitud taciturna que me desconcertaba, al llegar a su casa, inmediatamente me vinieron a la mente recuerdos que descarte enseguida ahí aparcada se encontraba alta e imponente la moto de Max. Oscar me guio dentro de la casa, enseguida pidió una pizza y nos acomodamos a ver la televisión en un silencio que si bien no era incomodo no era normal en mi amigo.

 

--¿Puedo ayudarte Oscar?

--¿Qué?

--Estás inusualmente tranquilo

--Solo estoy cansado gatita

--Descansa yo…

--Quiero que este aquí conmigo, tu presencia me tranquiliza

--Yo…

--Mar ¿sabías que una de mis hermanas murió?

--No sabía Oscar, lo siento mucho

--Su nombre era Marina –me sorprendí y el enseguida me sonrió.

--Si lo sé, su diminutivo es tu nombre, ella tiene una hermana gemela, mi hermana Mariana, mis padres no eran muy originales, ellas eran 2 años menor que yo cuando tenían 16 yo tenía 18 años, y Marina empezó a salir con un tipo que era un adicto, el poco a poco envolvió a mi hermana y la hizo una adicta, nadie noto algo anormal al principio, el se aprovecho de ella, lo prostituyo con tal de tener dinero para sus drogas y ella acepto porque ya era adicta, un día se fue de la casa no sin antes robar cosas de valor, mis padres la buscaron pero nadie sabía su paradero pasados 3 meses volvió en busca de ayuda quería rehabilitarse mis padres la ayudaron y la metieron en una clínica de desintoxicación, ella quería cambiar—la voz de amigo empezó a quebrarse—acababa de salir de rehabilitación, volvía a ser ella misma cuando ese tipo volvió a reaparecer, mi hermana nunca vacilo y lo corrió le dijo que no se le acercara más, un día veníamos los 3 Marina, Mariana y yo del supermercado cuando un carro freno frente a nosotros y de él salieron 3 tipos incluido el ex novio de mi hermana y empezaron a jalarla llevándola con ellos, me metí y luche lo más duro que pude, en ese entonces solo era un tipo desgarbado, era muy delgado, y entre los 3 me estaban dando una paliza, le grite a mis hermanas para que corrieran, pero Marina al verme sangrando rogo por mi vida, y se fue con ellos voluntariamente –Oscar empezó a sollozar me acerque y lo abrace.

--Shh!! Oscar no fue tu culpa, ellos eran 3 y tu solo 1—consolee a mi amigo

--Tres días después encontraron el cuerpo de mi hermana, fue violada y asesinada brutalmente, ella había cambiado no merecía ese final, Mariana entro en shock y no hablo durante 1 año, mis padres estaban desechos y peleaban mucho, y yo jure que nunca más fallaría al pelear por eso decidí ser boxeador. Conocí a Max, Adrian y Gio y ellos me ayudaron a ser quien soy ahora, mi familia decidió mudarse a Estados Unidos con familiares de mi padre, no quise ir por que jure en ese momento encontrar a los tipos que me quitaron a Marina y matarlos, años después comprendí que la violencia no resuelve nada, y me apasione por esta carrera, y llegaste tu…--me tense al momento no sabía que tenía que ver en la tragedia de la hermana de Oscar—Obviamente eres más chica que Marina por un año, ese día en el gimnasio en cuanto don Ramiro grito tu nombre me intrigaste y al verte de cerca lo supe… tienes los mismos ojos que mi hermana y la misma sonrisa, sus carácter son totalmente diferente Marina era extrovertida tu eres introvertida, pero verte es como ver un pedacito de mi hermana Mar, realmente es…

 

Oscar deshizo el abrazo y me miro a los ojos.

 

--Ahora estoy muy confundido, pero prométeme algo

--¿Qué?

--Que tu no me vas a abandonar, pase lo que pase –lo mire desconcertada viendo el sufrimiento en sus ojos y sin dudar respondí.

--Nunca Oscar, nunca –lo abrace y permanecimos así hasta que el timbre sonó regresándonos a la realidad, era la pizza, cenamos en silencio, Oscar observaba todas mis reacciones

--No quiero que cambies conmigo gatita, te lo conté por que eres alguien importante para mí.

--No lo hare descuida –sonreí, y por fin la atmosfera cambio y solo éramos de nuevo el Oscar desenfadado y yo. Bostece y contagie a Oscar

--Sera mejor que subamos a descansar gatita –abrí ampliamente los ojos y el solo rio.

--Si, esta noche dormirás en mi cama, a menos que quieras dormir con Gio, Max o Adrian

--¿Qué tal si solo me voy?

--Estas loca, a estas horas no es seguro para ti, no me voy a pasar de listo contigo gatita

--Lo sé es solo que no quiero meterte en problemas con tus amigos

--Eso no pasara

 

Nos dirigimos a la habitación de Oscar, en el mismo piso se encontraban las 4 habitaciones Max al fondo a la derecha y la de Oscar era la del extremo completamente opuesta, suspire de alivio, al entrar a la habitación de Oscar observe casi lo mismo que en la habitación de Max, una cama kingsize, un saco de boxeo, un baño solo que Oscar era más desordenado que Max, Oscar entro al baño y se coloco un pantalón de franela azul y una camiseta blanca, al menos llevaba mas prendas que Max, mi amigo me ofreció ropa pero de igual manera la decline, el insistió tanto que opte por ponerme una camiseta y unos pantalones, debo decir que si los pantalones eran totalmente sueltos en el cuerpo de mi amigo a mi me quedaban ajustados en las caderas y los muslos no apretaban pero eran como una segunda piel adherida a mí, resople y me lave los dientes con pasta y mi dedo a diferencia de Max, Oscar no contaba con cepillos dentales extras, al regresar a la cama, me tumbe junto a mi amigo, agradecía su confianza en mí, y no me atemorizaba dormir con él, Oscar nunca intento establecer algún tipo de contacto, por lo que cada quien se encontraba de su lado correspondiente en la cama, después de unos minutos más de platica, el sueño nos inundo a ambos y caímos rendidos.

 

Sentí unas manos levantarme de donde me encontraba y me removí inquieta hasta que fui acunada por un fuerte pecho, lo que me tranquilizo y seguí en un profundo sueño, no sé cuanto dormí, pero me encontraba muy agusto tenía una propia fuente de calor que me envolvía, poco a poco abrí mis ojos cegada aun por la oscuridad, y me fui dando cuenta que ya no me encontraba en la habitación de Oscar, me tense, el debió sentirlo, por que me halo más fuerte en sus brazos, mi cara quedo completamente pegada a su torso desnudo y sus manos frotaban mi espalda, me quede rígida tratando de adivinar que sucedía hasta que su voz rompió totalmente el silencio.

 

--No vuelvas a dormir en la cama de un hombre, que no sea la mía Mar.

--Max –susurre…
 
 
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Holass!!!!!!!!
Espero que esten muy bien, me demore en este capi por algunos compromisos laborales
A tod@s los que se toman de su tiempo para leer mis historias muchas gracias!!!!!!
Aun les debo la conclusion de la otra historia la vdd es que ando blokeada con ella, muchos personajes saldran otros daran un giro pero aun nada en concreto, en cuanto tenga un adelanto o el capi lo subire, el ultimo capitulo d esa historia tiene mas de 6,000 visitas :O x lo que merece continue bien y no por hacerla rapido pierda el ritmo que lleva, bueno eso es todo por el momento, muchas bendiciones a todos cuidenseme mucho y por supuesto que aun me acuerdo de ti kami :) gracias por seguir dandote un tiempo y leyendo estas historias.
 
]*Mosha*[

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